La aromaterapia en pareja se ha convertido en pocos años en uno de los mejores regalos para San Valentín. Las personas percibimos el día de los enamorados de formas muy diversas. Por eso, lo mejor es conocer bien a la otra persona y saber qué le haría ilusión recibir o realizar dicho día.
El año pasado os dimos una idea original, sencilla y práctica. Os enseñamos a realizar un masaje relajante en 6 pasos para el día de San Valentín. En esta ocasión, sabiendo que ya sois unos expertos dando masajes, queremos hablaros de cómo nos puede ayudar la aromaterapia y los aceites esenciales a la hora de practicar un masaje relajante.
Beneficios de la aromaterapia
La aromaterapia es una técnica alternativa que produce multitud de efectos positivos en nuestro organismo. Con el apoyo de los aceites esenciales, es posible ayudar a nuestro cuerpo a relajarse y combatir el estrés del día a día. Otros posibles síntomas que se pueden eliminar con la aplicación de dichos aceites naturales son la depresión, los dolores de cabeza, la artritis o las dolencias musculares.
En la actualidad, las personas llevan un ritmo de vida frenético ocasionado, principalmente, por el trabajo, los estudios o ambos. Esto provoca en nuestro cuerpo estrés, tensión y fatiga. Por esta razón, la aromaterapia puede ayudarnos a disminuir estos efectos y mejorar nuestro estado anímico y físico.
Mediante la realización de un masaje de 30 minutos con aceites esenciales nuestros sentidos se activan. El sentido del olfato es muy potente y nos ayuda a equilibrar nuestro interior. Por ejemplo, el olor a lavanda es ideal para combatir el insomnio o la ansiedad. Mediante el tacto, nuestro cuerpo también percibe las propiedades o componentes de los aceites esenciales. De esta manera, a través del aceite de árbol del té, podemos mejorar el estado de nuestra piel y combatir el acné.
Propiedades de los aceites esenciales
Los aceites naturales extraídos de las plantas poseen diversos componentes que nos permiten curar dolencias o combatir diversos estados nocivos en nuestro cuerpo. Cada aceite posee unas propiedades y se aplica para unos casos determinados. En función de la dolencia o del estado, aplicaremos uno u otro. En ocasiones, también se pueden mezclar unos con otros. Lo mas importante en estos casos es no mezclar aceites con efectos opuestos.
A continuación, os presentamos tres aceites esenciales muy utilizados para la realización de un masaje.
Aceite del árbol del té
El aceite esencial de árbol del té se extrae de la planta Melaleuca alternifolia, un arbusto originario de Australia. Este aceite natural tiene un olor muy característico, fácilmente reconocible frente a otros aceites. La mayor parte de las veces lo encontraremos con un color transparente o ámbar pálido.
Su aplicación a la hora de realizar un masaje puede producir los siguientes efectos positivos:
- Ayuda a cicatrizar posibles heridas.
- Reduce las posibilidades de infección de heridas en la piel.
- Combate el acné y otras afecciones de la piel como el pie de atleta.
- Disminuye los dolores musculares.
Aceite de lavanda
El aceite esencial de lavanda es uno de los aceites naturales más bien valorados por sus múltiples y variadas propiedades. Lavandula officinalis es una planta o arbusto que crece, principalmente, en países de Europa y África bañados por el Mar Mediterráneo. Mediante su destilación obtenemos ese bien tan preciado que es el aceite esencial de lavanda.
A pesar de que la lavanda es más conocida como aroma de perfumes, cosméticos o, incluso, detergentes, puede ser un buen aliado a la hora de practicar un masaje terapéutico. Sus principales beneficios son:
- Ayuda a aliviar los síntomas del nerviosismo y la depresión.
- Combate los efectos del insomnio gracias a su poder sedante.
- Reduce el dolor muscular y las inflamaciones por contusiones o golpes.
- Regenera la piel de quemaduras, acné o dermatitis y mantiene la piel en buen estado.
Aceite de romero
Al igual que los otros dos aceites antes mencionados, el aceite esencial de romero tiene propiedades beneficiosas para nuestro organismo. El aceite es extraído de la Rosmarinus officinalis, una planta que tiene su origen en los países bañados por el Mediterráneo. La gran cantidad de componentes que posee este aceite natural lo hace ideal para combatir diversos problemas corporales.
- Alivia el dolor muscular, las dolencias de espalda e, incluso, la artrosis.
- Reduce, considerablemente, el dolor de las migrañas.
- Ayuda a mejorar el sistema circulatorio de nuestro cuerpo.
- Mejora el cuidado de nuestro piel y la mantiene en mejor estado.
- Disminuye el dolor menstrual.