Durante resfriados muy fuertes o enfermedades como la gripe, el termómetro se convierte en nuestro mayor aliado y amigo. Los pequeños de la casa son los que más expuestos están al contagio debido a su natural tendencia de llevarse los dedos a la boca después de jugar en el suelo por lo que, es es esta etapa de la vida cuando más uso se hace de ellos.
Sin embargo, los adultos también hacen un buen manejo de estos útiles instrumentos. Aunque una gran cantidad de personas no le dan a la utilización del termómetro ningún tipo de importancia, este objeto nos ayuda a restaurar y a controlar la salud. Esta es la razón por la que se debe contar siempre con un termómetro en casa, un medidor que permita efectuar una lectura exhaustiva y precisa de la temperatura del organismo.
El nuevo
termómetro infrarrojo de Quirumed no necesita entrar en contacto directo con la piel para establecer una lectura precisa sino que tan solo será necesario colocarlo a dos o tres centímetros del centro de la frente. Esta característica lo convierte en un elemento esencial para todas aquellas personas que tengan hijos en casa puesto que, cuando están enfermos, estos experimentan cambios de conducta y resulta casi imposible tomarles la temperatura.
La utilización de estos medidores infrarrojos es cada vez mayor debido a las múltiples ventajas que presenta. Además de su fiabilidad, destaca su gran facilidad de uso o su rapidez, al poder obtener la temperatura en solo unos segundos. Para poder observar el desarrollo de temperatura del paciente permite memorizar las últimas treinta y dos mediciones. Este producto se apaga automáticamente dos minutos después de su uso por lo que no gasta energía, en el caso de que se hubiera olvidado apagarlo. Por tanto, este medidor infrarrojo de Quirumed supone la forma más sencilla, avanzada y segura de medir la fiebre.
