Adelgazar con cavitación

La  medicina, la cosmética y el campo de la estética han sufrido una gran evolución, lo que ha permitido la aparición de numerosas novedades en aparatología que ayudan a disminuir la grasa, como por ejemplo, la cavitación.

 Cavitación, radiofrecuencia y ultrasonidos

La cavitación es una novedosa terapia que facilita la eliminación de las células adiposas (grasa) mediante el proceso físico de la cavitación, el cual se vale de ultrasonidos de baja frecuencia sobre la superficie de la piel que convergen  en la zona a tratar, creando “microburbujas” que rompen la membrana de los adipositos lo cual, provoca que la grasa pase del estado sólido al estado líquido gracias a los ultrasonidos de de baja frecuencia que logran romper el tejido graso sin dañar la microcirculación.

De este modo, se permite la fácil eliminación de la grasa mediante procesos naturales como la orina o el sistema linfático. Es por eso por lo que se aconseja una dieta hipocalórica y la ingesta de al menos dos litros de agua antes y después de cada tratamiento, dado que es una parte imprescindible para poder eliminar la grasa. Este sistema consigue actuar sobre estas zonas, liberándolas de la grasa. Es un reafirmante muscular y moldeador del cuerpo.

El principio físico de la cavitación no había sido usado por la medicina estética, hasta hace poco. Provoca la destrucción de la célula adiposa con el consiguiente beneficio de que este tratamiento sea duradero y mucho más efectivo que los conocidos hasta ahora.

La utilización de la cavitación se emplea también para en la actualidad como reafirmante muscular, pues al eliminar los pequeños índices de grasa en lugares como los brazos permite que el músculo sea reafirmado y tonificado con mayor facilidad y prontitud.

Los resultados del tratamiento no invasivo de cavitación pueden ser mejorados mediante la combinación con otras prácticas estéticas, como por ejemplo son, la plataforma vibratoria o la presoterapia, además de los masajes y terapias de drenajes linfáticos manuales, que contribuyen a facilitar la salida de las partículas adiposas.

Duración

Normalmente los tratamientos duran 35 minutos, que se reparten en un sola área de trabajo: abdomen, glúteos, zona externa o interna de la pierna. En cada sesión, hay una reducción de volumen de unos 2cm.

Las sesiones se deben realizar cada 72 horas, tiempo necesario para que el organismo elimine la grasa. Se recomienda realizar entre 6 y 12 sesiones, dependiendo de la zona tratada y del estado del paciente. El mínimo de sesiones recomendadas son de 6 a 10.

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