Es muy probable que se piense que existe un sólo tipo de sauna, lo cual es un error ya que con el paso del tiempo la tradición de los baños de sauna fue evolucionando hasta llegar a desarrollar técnicas mucho más ventajosas para la salud del usuario.
Un ejemplo son las saunas de infrarrojos, catalogadas como «el futuro de la sauna hoy» debido a que sus aplicaciones son el desarrollo de los ya tradicionales baños de calor.
Pero, ¿qué es la energía infrarroja?
El calor radiante es una forma de energía que incide directamente sobre los objetos por convección y podemos percibir este tipo de energía como calor. Para poner un ejemplo claro: el Sol es la principal fuente de energía radiante que experimentamos a diario y nuestro cuerpo irradia energía infrarroja a través de la piel. Una vez metidos en materia, pasaremos a ver las diferencias más notables entre estos dos tipos de saunas.
En primer lugar, la sauna de infrarrojos supone un ahorro de tiempo y de agua:
En la sauna tradicional, deberemos realizar un mínimo de tres sesiones, en las que hay que intercalar las sesiones dentro de la sauna de 10/15 minutos con los descansos, que rondan también los 15 minutos como mínimo. En cada descanso, deberemos darnos duchas de agua fría de unos 2 minutos y una baño caliente de pies a continuación.Mientras que, en la sauna de infrarrojos basta con una sesión de 25/30 minutos y con darse una ducha al final de la sesión. Esto supone un gran ahorro de tiempo y agua.
La sauna de infrarrojos supone un ahorro de energía:
Para conectar una sauna tradicional necesitaremos una instalación trifásica, la cual consume entre 6/8Kw por hora. Precisa también de una conexión de 400V debido al horno de alto rendimiento con el que funciona. Y, antes de comenzar cualquier sesión deberemos encenderla unos 45 minutos antes. Por lo tanto, el consumo es bastante alto. Por el contrario, la sauna de infrarrojos necesita tan solo una base de enchufe normal de 220/230V y deberá ser encendida sólo 5/10 minutos antes de comenzar la sesión. Todo esto se nota en un considerado ahorro de energía.
Temperatura:
El rango de temperaturas en una sauna tradicional va de los 70ºC a los 110ºC, por lo que puede resulta incómoda o resultar peligrosa para gente que padezca problemas cardiovasculares o baja tensión. Además, la humedad es muy grande y se nos puede hacer complicado respirar.En una sauna de infrarrojos la temperatura se incrementa como máximo hasta los 50ºC, por lo que se activa la transpiración desde el interior y resulta mucho más sano para aquellas personas con problemas cardiovasculares o baja tensión.La humedad en este tipo de saunas es muy baja, por lo que el ambiente es mucho más agradable que en una sauna tradicional.
Beneficios
Los beneficios de las saunas son conocidos desde tiempos ancestrales. Aunque en principio los beneficios parezcan muy similares, no es así ya que existen claras diferencias entre estos dos tipos de saunas.La penetración de la radiación infrarroja es de 1/2 mm en el cuerpo, por lo que activa la circulación sanguínea a un mayor nivel de profundidad utilizando menor calor ambiental. Este hecho, provoca un incremento del nivel de oxígeno lo que contribuye positivamente en las reservas energéticas y brinda mejores resultados que en otras sesiones donde la temperatura, no suele descender de los 80ºC. Las saunas de infrarrojos son excelentes medios para quemar calorías y controlar el peso, debido a que el calor infrarrojo es un potente aliado para su eliminación.
¿Es esto seguro?
El infrarrojo es parte de la Luz Solar, por lo q es completamente seguro de usar. Profesionales de la salud y terapeutas han estado usando lámparas de infrarrojos desde hace décadas para tratamientos de recuperación. Por ejemplo, las incubadoras están equipadas con unidades de calentamiento por infrarrojos, como modo más seguro y natural de mantener a los bebes calientes.
