Las lesiones producidas por accidentes, caídas o, simplemente, por practicar algún deporte como el atletismo o el ciclismo obligan, en numerosas ocasiones, a acudir a centros de rehabilitación donde los profesionales intentan fortalecer el músculo dañado.
El nuevo Richellis Painreliever, que distribuye Quirumed, permite tratar, con mayor facilidad, las adherencias, espasmos, músculos, tendones, ligamentos o nervios, constituyendo con ello una auténtica herramienta multifuncional para terapias manuales. Se trata, en definitiva, de un artículo eficaz, económico y fácil de manejar que, además de prevenir las lesiones del terapeuta, proporciona una sensación de bienestar al paciente.
La posibilidad de aplicar técnicas agresivas, ser más efectivo en el tratamiento y así acortar el periodo de tiempo de recuperación del paciente, representan las principales razones por la que el RPR debería estar presente en las clínicas de todos los terapeutas manuales. Su original e innovador diseño permite que el profesional pueda emplear una gran variedad de técnicas, ya sea combinándolas entre sí o aplicando cada una por separado: fricción, presión, tracción, aumento de la elasticidad o drenaje, son solo algunas de ellas. Todas estas características le confieren la posibilidad de convertirse en un verdadero arsenal virtual de tratamientos terapéuticos.El RPR está formado por un material altamente resistente y anatómico, permitiendo que se acople cómodamente a la mano del terapeuta sin generarle ningún daño. Además, el artículo se desliza suavemente con un mínimo de lubricante por lo que resulta idóneo para ahorrar en aceites y cremas. Otro de los aspectos a destacar de este moderno producto es que ofrece la oportunidad de trabajar sobre la ropa del paciente. Sin embargo, el elemento que lo hace especial, único y diferente es que en ningún momento pierde la sensibilidad, hecho indispensable en la terapia manual.
La versatilidad que presenta el RPR está ligada a su diseño innovador y funcional. Presenta tres partes esenciales. La primera de ellas, corresponde al extremo más pequeño, el cual permite variar la superficie de contacto, la presión y dirección sin necesidad de modificar la fuerza o la postura.
La segunda hace referencia al extremo más grande, parte que está formada por un gancho. Este detalle permite acceder a regiones anatómicas escondidas como el diafragma o el tendón de Aquiles, entre otros. Por último, se encuentra la parte que no tiene cantos y por ello, permite lograr la inclinación deseada.
