En el terreno de la medicina, los guantes se han convertido en un elemento esencial al proteger las manos de los profesionales de un posible contacto con los agentes infecciosos. Estos materiales deben garantizar impermeabilidad, flexibilidad y una gran sensibilidad para que puedan ser usados en cualquier ámbito laboral. El empleo de los guantes está recomendado tanto en los procesos de exposición directa e indirecta con los microorganismos infectados como cuando se realicen prácticas invasivas que impliquen la penetración quirúrgica a tejidos, cavidades u órganos. Estos materiales constituyen el complemento perfecto de la seguridad, razón por la que existen una gran variedad de tipos. Sin embargo, ¿cuál es el más idóneo en cada caso? ¿Qué ventajas presentan?
Una de las particularidades más comunes en estos elementos es la presencia o no de polvo. Los guantes empolvados adquieren el beneficio de que son más sencillos de poner gracias a su efecto lubricante Sin embargo, resultan irritantes y, en ocasiones, actúan como transportadores de sustancias químicas y microorganismos. Por el contrario, los guantes sin polvo están sometidos a un proceso de lavado intensivo que hace que contengan niveles de proteínas de cuatro a veinte veces inferior a los de polvo. Además, reciben un revestimiento sintético que les confiere cualidades importantes como la flexibilidad o la facilidad de llevarlos puestos.
El uso de los guantes de látex está muy extendido en los trabajos que están relacionados con los elementos químicos o requieren limpieza. Además de poseer una buena resistencia a la rotura y a los pinchazos accidentales, se pueden clasificar en guantes estériles y no estériles. Por otra parte, los guantes de vinilo son muy efectivos al evitar la penetración de los microorganismos. Estos materiales, aparte de presentar una gran resistencia a los procesos de abrasión e impacto, representan la mejor alternativa para todas las personas que tengan alergia a las proteínas del látex. Sin embargo, no son recomendables para manejar aldehídos, hidrocarburos aromáticos o cetonas.
Los guantes estériles son idóneos para realizar técnicas invasivas y para manipular cualquier material esterilizado. Este elemento constituye la mejor manera de prevenir las infecciones intrahospitalarias. Por lo que respecta a los guantes de nitrilo, estos están formados por un material muy flexible y adecuado para todo tipo de pieles al no producir alergias. Además, sus propiedades permiten reforzar la resistencia química y mecánica o conferirle una mayor suavidad y flexibilidad, lo que le hacen más ligero y fresco que otros guantes.